
Llegó herida de rabia. Llegó herida de olvido y soledades. Llegó supurando penas por un cuerpo cosido a cicatrices huyendo de la jungla de asfalto donde solo habitan hombres-alimaña salvajes que se atacan entre ellos chupándose la sangre sin conciencia. Llegó herida con la ropa hecha jirones con la piel ensangrentada llegó a refugiarse en el bosque que antaño fue su casa. Y a la orilla del río cuyas aguas bajaban cristalinas paso a paso prenda a prenda fue despejándose lenta y consciente de sus ropas de sus penas de su rabia. Y dejó que el agua helada limpiase de impurezas las marcas que traía. Después desnuda igual que llegó al mundo la recibió el bosque entre sus brazos dejando que la vida corriera de nuevo por sus venas dejando que su cuerpo se confundiera con la tierra y recobrara la esperanza. Este poema perteneciente al poemario inédito De este lado de la luz, ha sido publicado en la antología Meigas de Mariposa Ediciones (2022)