
Malena cerró los ojos y recordó una publicidad de la iglesia que hablaba de la importancia del amor y la familia, con la foto de una atractiva mujer junto a su esposo y sus dos pequeños rubios hijos. También las palabras de su abuela, que de piba le decía sos una niña hermosa, tendrás un marido que te hará feliz y le vas a dar muchos hijos. Pensó en su madre, que con mirada suplicante solía pedirle por favor hija, casate rápido así tengo nietos.
Sintió los húmedos labios que recorrían su cuerpo, abrió los ojos y de su boca brotó un tierno te amo Carolina.
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